viernes, 6 de diciembre de 2013

La eternidad nos espera.

Sentir ¿Qué es sentir? Nadie me enseñó que era eso, soy una mera máquina, que actuaba por voluntad propia, que se negó a seguir ordenes de nadie, te quería pero no te lo dije tantas veces como te lo merecías y ahora me arrepiento, te veo en fotos y se me cae el alma al suelo, recuerdo momentos increíbles que no podrá recuperar jamás, recuerdo momentos en los que me ayudaste cuando no lo merecía, momentos en los que me enseñaste que siempre se puede ser mejor, en los que siempre se pueden seguir adelante por muy jodidas que estén las cosas, lo vi en ti, lo vi en tus ojos, lo vi cada vez que me animabas y me intentabas comprender aunque no consiguieras hacerlo, intentabas entrar en mi mundo aunque para ti fuera algo ya olvidado, te arriesgaste a quemarte para sacarme de entre las llamas, no te importó nada, no te importó perder la vida por mí, en ese momento no podía saber por qué lo hacías era demasiado joven para comprender algo tan puro, algo tan brillante como la luz de tus palabras, algo tan grande como la sobra que proyectas con cada luna llena, has sido la luna llena que tantas veces ha guiado a este lobo solitario que cuando no sabía que hacer te aullaba en busca de consejo y protección y tú siempre estabas ahí, me gustaría que fueras eterna, que fueras indestructible como la luna, pero me temo que solo puedo soñar con ello, puesto que algún día te marcharas de mi lado, y se me quebrara el alma, se esparcirá en mil pedazos y sé sin duda que la mayoría de ellos se irán contigo, pero no estaré triste porque tú no querrás verme así, y luchaste tanto para enseñarme que hay que ser fuerte que el hecho de no seguir luchando sería una falta de respeto imperdonable, estuviste ahí desde el principio y ten por seguro que yo estaré ahí hasta el final, no quiero, no quiero que te vayas sin saber todo lo que debí decirte y no pude, no quiero que te vayas sin que sepas algo que todos cayán pero nadie sabe y es que sin duda eres una entre cientos, y yo tuve la gran suerte de que tú fueras la elegida para cuidarme, no hay mayor honor que ese ni lo habrá jamás, si mama, por si no lo habías adivinado esto va dedicado a ti, a aquella que siempre ha estado ahí y siempre estará pase lo que pase, esa que si me falta de comer un dudaría en quitarse la comida de su propia boca para dármela, que si tuviera frio no dudaría en frotar sus manos hasta crear fuego para mí, dándome siempre tú opinión más acertada aunque yo no lo supiera y tardara tiempo en darme cuenta de toda la razón que tenías, aquella que no ha dudado en llorar conmigo y ofrecerme su mano cuando me ha visto caer de boca contra el suelo, la que me ha enseñado que en la vida las personas vienen y van, que a lo largo de mi vida conoceré  numerosa cantidad de personas que a primera vista costará saber que merece la pena y quien no, pero aun así tú siempre te mantendrás ahí, porque estuviste jodida y fui demasiado estúpido como para darme cuenta de todo, solo pensaba en mí mismo y en mis problemas sin darme cuenta de que pude perderte para siempre y cada día que lo pienso se me encoge el corazón, se me nubla la vista y mis piernas flojean por no darme cuenta de que madre solo habrá una, y yo he tenido la suerte de que la mía seas tú, porque por mucho que peleemos al final siempre nos pedimos perdón y acabamos abrazados y llorando como gilipollas, porque me avisaste de tantos errores que me negué a escuchar, sé que he hablado muchas veces, sé que me repito mucho y que a veces soy insoportable y que saltó por cosas estúpidas y me comporto como un gilipollas integral, cosa que no te mereces para nada, pero creo que en el fondo sabes que daría mi vida por salvar la tuya, que daría un riñón si a ti te hiciera falta, te daría cada gota de mi sangre hasta quedarme secó, si fuera necesario, pero como ya he dicho creo que hay cosas que no es necesario decir porque ya se saben, pero nunca está de más decir un par de verdades, y la mayor de mis verdades eres tú, la mayor de mis virtudes eres tú y sin duda la mayor de mis debilidades, por eso me niego a pensar que aré sin ti algún día, pero confió en que para entonces me hayas enseñado tantas cosas que siempre que quiera, podré verte en mis recuerdos, en mis sueños, nos queda tanto y tan poco tiempo que tiemblo solo al pensarlo, pero no tengo miedo, porque me enseñaste a no tenerlo, me das fuerzas, me das fe y confianza, y sobre todo me das luz, siempre serás eterna y el que diga lo contrario ya puede correr, porque le buscaré le perseguiré hasta el fin del mundo para que se tragué todas y cada una de las letras de esa mentira, porque me enseñaste a escuchar y a ver con el corazón, y que menos que dedicarte unas palabras porque siempre que sea en tú honor “poco” será solo una palabra y demasiado será una burda mentira, mama la eternidad nos espera, y yo no sé si estas preparada pero yo estoy preparado para luchar, mama te quiero ahora y siempre no lo olvides nunca.

PD: De parte de tu hijo, el pequeño que creció sin que te dieras cuenta y hoy si es un hombre es sin duda gracias a ti.                  

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